Era un sacrifio…
Mi alma se iba a ir con ellos…
Pero mi cuerpo iba a mantenerse en la tierra…
Con mi sangre iban a alimentar a los mortales
Y con mi alma a todos los inmortales…
Iba a ser cruel..
Una espada estaba siendo forjada… Y no precisamente para utilizarla contra cualquier enemigo que atacara la aldea…
Esa espada de doble filo iba a quitarme la vida y a convertirme en tan solo un espíritu vagabundo.
Yo solo estaba acostada sobre una base de piedras, rodeada de espinas y rosas que cubrían todo mi cuerpo.
Según sus creencias, el olor de las rosas espanta cualquier negatividad que pueda llegar a habitar mi cuerpo.. Después de todo ellos solo querían un alma pura y limpia…
Que obtenía a cambio?
Nada..
El hecho de saber que iba a dejar de existir me daba placer,
Que nadie más iba a señalarme, que nadie más iba a llamarme loca…
Fue una decisión fría, pero cálida.
El miedo no parecía reírse de mí…
Creo que me acompañaba en su ausencia.
La gente del pueblo comenzó a reunirse..
Todos comenzaban a acomodarse alrededor mío..
No podía ver.. Pero si podía escuchar..
Las espinas me pinchaban.. y sentía mucho dolor.
La gente pasaba por al lado mío y con una caricia en mi frente se despedían de mi,, mientras que tiraban cenizas de muertos alrededor de mi cuerpo en representación a la muerte.
Hubo un solo niño que se acercó hacia mí y me tomó de la mano..
no le importó que los padres le gritaran que se aparte de mí…
Tenia una suave voz.. Con la cual me dijo que no estaba loca, que el me creía, que mis sonrisas no eran felices, que el veía mi tristeza, y que yo solo era un personaje creado por algún ser el cual apoda a sus creaciones como “nadie”..
Luego de decirme esto, se fue…
Y mi cabeza no hizo mas que pensar en lo que me había querido transmitir… es decir,, soy “nadie”?, somos “nadie”?, somos creaciones?
Que somos?
Sinceramente luego de pensarlo un rato, no me importó demasiado… los últimos minutos de mi vida los quería vivir sin preocupaciones, estaba esperando el ansiado ritual.
Un ritual a la muerte?
Si, eso era…
De chica me apasionó..
No le encontraba significado.. ni a la vida ni a la muerte..
Pero sentía cierta atracción por las dos..
Aunque solo yo podía acercarme a una y abandonar a la otra..
Yo era dueña de mi vida
Y “nadie” era dueña de mi vida a la vez.
El momento tan esperado había llegado…
Me cerraron los ojos, salpicaron agua sobre mí,
Y a la cuenta de 3 clavaron de la manera mas brutal una espada forjada de acero ardiente sobre mi..
El corte significaba libertad..
El fuego significaba protección..
Y el acero significaba poder..
Un alma bastante sana y con cualidades buenas..
Y ahora estoy acá,
Vigilando cada paso de los niños de la aldea,
Viendo quien merece protección y quien no.
Tratando de pelear contra posibles sequías y pestes.
Y Brindando seguridad a cada miembro de mi familia.
Años después un nuevo sacrificio era anunciado…
otra alma iba a ser regalada…
Era él,, era el mismo niño que me había hablado el día de mi muerte..
El mismo niño que a la cuenta de 3 regaló su alma..
El mismo niño que es nadie.
Nadie es el niño, que ahora esta conmigo
Somos protectores de la pequeña aldea…
Somos creyentes de una religión que nos creó..
Somos esclavos de alguien que nos da paso a la existencia..
Somos concientes que hoy... en este lugar… somos nadie.
